Nos encanta escribir código, pero intentamos evitar tener que hacerlo. Nuestra vocación es la de crear productos que solucionen problemas y el cómo crearlos siempre ha de estar alineado con el problema que queremos solucionar y los recursos disponibles. Escribir código ha de ser el medio, pero nunca un fin en sí mismo.
Como personas técnicas es fácil caer en la tentación de personalizar cada solución, escribir mucho código y crear verdaderos "trajes a medida". Sin embargo, la tecnología es sólo una de las piezas que constituyen un producto, no la única. Diseño es otro igual de importante y hablamos sobre ello en un artículo anterior. Y hoy presentamos a la tercera y última pieza: el negocio.
Entender cuál es el core de nuestro negocio nos permitirá identificar las herramientas que utilizaremos para construir el producto y priorizar nuestros esfuerzos. En ocasiones será un SaaS que resuelve a la perfección una de las partes del producto, en otras serán plataformas o frameworks existentes que nos permitirán agilizar su creación y, efectivamente, habrá veces donde tendremos que escribir código.
Es casi tan importante entender cuál es el core de tu negocio, como entender todo aquello que no lo es. ¿Procesar pagos es core de mi negocio? ¿La infraestructura es core de mi negocio? ¿El envío de mails es core de mi negocio? La respuesta a estas preguntas te ayudará a ordenar y priorizar los esfuerzos en cada área de tu producto.
Ojo, que no sea core del negocio no significa que no sea importante. Simplemente quiere decir que no es diferencial, tan sólo necesario. Si tienes una tienda online el poder aceptar pagos no es diferencial, es necesario. Incluso la plataforma de tu tienda tampoco es diferencial sino necesaria para poder vender. En cambio, el producto, la distribución y el marketing sí son factores diferenciales y únicos para el éxito de tu tienda.
Muchas veces este proceso se puede simplificar en una única pregunta: ¿Esto va a determinar el éxito de mi negocio? Por ejemplo: ¿Desarrollar una solución custom para el envío de mails frente a utilizar un servicio ya existente como SendGrid determinará el éxito de mi tienda online? Si la respuesta es "no" quizá estemos alineando mal los recursos y esfuerzos al core del negocio.
Un caso de proyecto habitual con el que trabajamos desde el Estudio es el de una startup o empresa que necesita una landing para anunciar su producto o servicio y poder captar leads de las personas interesadas.
En estos casos nuestras prioridades suelen ser:
Cada uno de estos objetivos determina qué tecnologías y herramientas utilizaremos para construir la landing.
Entonces...¿cuál sería nuestra propuesta para este caso?
La tecnología para poner en marcha una tienda online hoy en día ya es un "commodity". No es ni siquiera necesario tener conocimientos técnicos para hacerlo, pese a que todavía muchos intenten seguir reinventando la rueda.
El reto del proyecto pasa por entender bien las particularidades del producto que se quiere vender y sobre esto ofrecer la mejor opción.
Shopify suele ser nuestra solución de ecommerce predilecta para la gran mayoría de los casos. Probada y contrastada por millones de marcas que cada día venden cientos de millones de dólares en la plataforma, con miles de integraciones disponibles a un solo click desde la store y, de nuevo, abstrayendo completamente la capa de hosting y rendimiento y dándonos una solución cloud que "simplemente funciona". En ocasiones también podemos explorar otras plataformas como BigCommerce.
Cuando el diseño, la personalización y la marca tiene un peso muy importante recomendamos crear un storefront. Un storefront es una web independiente que se integra con tu ecommerce para poder mostrar los productos de una forma diferencial y única. Para nosotros ofrece lo mejor de los dos mundos: la robustez y fiabilidad de una plataforma de ecommerce como Shopify con la libertad y flexibilidad par poder crear una experiencia web única.
No se trata de reinventar la rueda, la tecnología para crear y lanzar ecommerce está muy superada, por lo que nuestro trabajo debe ser entender el negocio y sus particularidades, y ofrecer la mejor solución para ello.
El problema, de nuevo, es que esto en muchas ocasiones juega en contra del negocio como estudio/agencia/proveedor de servicios. A veces reinventar la rueda es la única forma de justificar un presupuesto y número de horas exagerado. Desde luego, esta no es nuestra idea de Estudio y nunca lo será.
Por último, la infraestructura suele ser uno de los principales rompecabezas de cualquier proyecto. Garantizar que nuestro producto está disponible y accesible en cualquier momento para los usuarios es fundamental, pero no somos ningunos especialistas en Infraestructura / DevOps. ¿Cómo lo hacemos entonces?
En nuestro caso confiamos en PaaS (Platform as a Service) como pueden ser Heroku, Render o Vercel para el despliegue de todos los proyectos que llevamos a cabo en el Estudio. Estos son algunos de los motivos:
En definitiva, nos dedicamos a construir productos que se enmarcan en unas necesidades de tecnología, diseño y negocio concretas. No es posible crear buenos productos si no se tiene en cuenta nada de lo anterior. Se debe entender desde la honestidad para proponer la mejor solución para el reto del cliente, aunque a veces esto no sea la mejor decisión para tu tesorería.
El trabajo de producto no termina nunca, es un proceso constante de aprendizaje, iteración y experimentación. Las herramientas y tecnologías con las que se construyen el producto también pueden evolucionar. Deben evolucionar. Y nuestro proceso contempla ofrecer la mejor solución para cada etapa, evitando sobredimensionar prematuramente, pero estando preparados para escalar cuando sea necesario.